La historia de LIP comenzó en 1867, cuando Emmanuel Lipmann, un joven emprendedor francés, fundó la empresa en Besançon, Francia, una ciudad conocida como el corazón de la industria relojera francesa. Desde sus primeros días, LIP se destacó por su compromiso con la innovación y la calidad, produciendo relojes de gran precisión y diseño refinado. La marca adoptó rápidamente nuevas tecnologías, convirtiéndose en un referente de la relojería francesa.
Crecimiento y liderazgo en innovación
A principios del siglo XX, LIP se consolidó como una de las principales marcas de relojes en Francia. En 1908, introdujo el primer reloj de bolsillo con segundero central, una innovación significativa para la época. Más tarde, en 1931, LIP fue la primera marca en utilizar un movimiento con rubíes sintéticos, lo que mejoró enormemente la durabilidad de sus relojes. Durante esta época, LIP también se convirtió en el proveedor oficial de relojes del ejército francés, lo que reforzó su reputación de fiabilidad y precisión.
El icónico LIP T-18 y la Segunda Guerra Mundial
Uno de los modelos más emblemáticos de la marca fue el LIP T-18, lanzado en 1935. Este reloj fue famoso por ser regalado a Winston Churchill en 1948 como muestra de gratitud por su papel en la Segunda Guerra Mundial. El LIP T-18 se convirtió en un símbolo de elegancia y calidad, representando el ingenio y la artesanía francesa en la relojería.
Revolución tecnológica y crisis
Durante la década de 1950, LIP continuó innovando con el lanzamiento del primer reloj eléctrico en 1958, el LIP Electric, que marcó un hito en la historia de la relojería. Sin embargo, en las décadas de 1970 y 1980, la marca enfrentó una crisis debido a la competencia de los relojes de cuarzo y los fabricantes asiáticos. A pesar de sus esfuerzos por adaptarse, LIP pasó por dificultades financieras y cambios de propiedad.
Resurgimiento y legado
En los últimos años, LIP ha experimentado un resurgimiento gracias a la recuperación de sus diseños clásicos y la fidelidad a sus principios de innovación y calidad. La marca ha relanzado modelos icónicos como el Mach 2000 y el Nautic-Ski, que han encontrado un nuevo público entre los amantes de los relojes vintage y los coleccionistas.
LIP en la actualidad
Hoy en día, LIP sigue siendo un símbolo de la relojería francesa, con una producción centrada en Besançon y un enfoque en la artesanía, la innovación y el diseño audaz. La marca continúa ofreciendo relojes que combinan tradición y modernidad, y sigue siendo una opción popular para aquellos que buscan un reloj con historia y carácter.
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