LONGINES FLAGSHIP CUERDA MANUAL, AÑO 1955

Los relojes Longines tienen sus orígenes en 1832 en Saint-Imier, Suiza, cuando Auguste Agassiz fundó un taller de relojería junto a otros dos socios. Este pequeño taller, conocido como Agassiz & Compagnie, comenzó a producir relojes de bolsillo, logrando posicionarse rápidamente en el mercado suizo gracias a la calidad y precisión de sus productos.

Nacimiento de la marca Longines

En 1867, Longines construyó su primera fábrica, denominada Les Longines (que significa “los prados largos” en francés), de donde proviene su nombre. En ese mismo año, desarrollaron su primer movimiento propio, el calibre 20A, que obtuvo una medalla en la Exposición Universal de París. Esta innovación permitió a Longines controlar completamente su producción, asegurando una calidad superior y consolidando su reputación como una marca de prestigio.

Logros y fama internacional

La fama de Longines creció rápidamente:

• En 1889, la marca registró su icónico logotipo de reloj de arena alado, convirtiéndose en la marca de relojes más antigua con un logotipo registrado aún en uso.
• En 1912, Longines fue pionera en el uso de dispositivos electromecánicos para la medición de eventos deportivos, consolidando su reputación en el ámbito de la cronometraje de precisión y estableciéndose como el cronómetro oficial de numerosos eventos deportivos internacionales.

Innovación y relojería de lujo

A lo largo de los años, Longines ha continuado innovando, lanzando colecciones icónicas como el Longines Master Collection y el HydroConquest, que combinan precisión suiza con diseños elegantes. Además, ha seguido desarrollando tecnologías avanzadas, manteniéndose a la vanguardia de la alta relojería y destacando por su enfoque en la elegancia y funcionalidad.

Hoy en día, Longines es una de las marcas más respetadas en el mundo de la relojería, reconocida por su legado de precisión, elegancia y excelencia en el cronometraje.

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