Elgor: Relojería Colaborativa de Mediados de Siglo
Orígenes y modelo industrial
Elgor surgió en Suiza durante los años 40, probablemente en la región de Jura, como un proyecto colaborativo entre talleres independientes. Siguiendo el modelo de consorcios como Chronographe Suisse, su objetivo era democratizar relojes mecánicos de calidad mediante producción colectiva. La marca —cuyo nombre podría derivar de abreviaturas locales como “ELéctronicos GORdon”— operaba sin sede centralizada, coordinando fabricación, ensamblaje y distribución entre artesanos helvéticos y alemanes. Esta estructura permitió ofrecer piezas asequibles sin sacrificar estándares técnicos básicos.
Arquitectura técnica y diseño
Los relojes Elgor se caracterizaron por su funcionalidad versátil:
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Movimientos de cuerda manual: Calibres como el FHF 96 o AS 1130 (15-17 rubíes), suministrados por fabricantes suizos.
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Cajas de acero inoxidable o chapado en oro, con diámetros de 32-35 mm y líneas redondeadas.
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Esferas minimalistas: Tonos crema, negro o plateado con numerales arábigos/romanos aplicados y manecillas “lápiz” facetadas.
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Cristales acrílicos abombados y fondos lisos grabados con el nombre Elgor.
Aunque carecían de certificación de buceo, incorporaban juntas básicas de estanqueidad para resistir salpicaduras.
Identidad y público objetivo
La marca se dirigió a profesionales urbanos de postguerra que buscaban equilibrio entre elegancia y durabilidad:
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Modelos “Dress”: Con pulseras de cuero genuino y esferas de esmalte lacado.
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Variantes “Sport”: Con biseles biselados y marcadores luminiscentes para actividades informales.
Su producción aprovechó excedentes de movimientos de firmas como Felsa o A. Schild, adaptándolos con componentes estandarizados.
Declive y revalorización
Durante la crisis del cuarzo (años 1970), Elgor suspendió operaciones al no poder competir con relojes electrónicos japoneses. La falta de documentación centralizada y la naturaleza descentralizada de su producción dificultan rastrear fechas exactas de discontinuación. Hoy, sus relojes son piezas de culto entre coleccionistas de relojería europea vintage, valorados por:
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Estética sobria que evoca el modernismo suizo-alemán.
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Mecánicas robustas con mantenimiento sencillo gracias a calibres estandarizados.
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Rareza documental: La ausencia de catálogos oficiales incrementa su misterio histórico.
Legado técnico
Aunque menos conocida que marcas como Doxa o Titoni, Elgor representa un modelo industrial único: una red de microtalleres que democratizó la relojería mecánica sin depender de grandes fábricas. Ejemplares preservados evidencian acabados sorprendentes para su segmento, como pulidos de engranajes o puentes perfilados. Su historia refleja un capítulo olvidado de la relojería colaborativa europea.
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