OMEGA SEAMASTER POLARIS, TITANIO Y ORO 18K, CUARZO

El Omega Seamaster Polaris ocupa un lugar especial dentro de la historia de la icónica colección Seamaster. Lanzado en la década de 1980, este modelo apareció en un momento en el que los relojes de cuarzo dominaban el mercado y las preferencias de los consumidores evolucionaban hacia diseños más elegantes y funcionales. El Polaris Acero y Oro 18 K fue concebido para combinar innovación y lujo, destacando por el uso de materiales exclusivos como el Titanio y el Oro con tecnología avanzada.

Diseño y materiales distintivos

El Seamaster Polaris Acero y Oro se distingue por su combinación de acero inoxidable y oro de 18 quilates, uniendo resistencia y sofisticación. Su estética equilibra lo deportivo con lo elegante, lo que lo convierte en una opción ideal tanto para eventos formales como para el uso diario.

Uno de sus rasgos más llamativos es la forma tonneau (tonel) de su caja, un estilo muy en tendencia en los años 80. El bisel de oro y los acentos dorados en la esfera realzan su aire refinado y distinguido.

La esfera, en tonos oscuros y minimalistas, presentaba un diseño limpio con índices dorados y agujas estilizadas. Algunos modelos incluían una pantalla combinada analógica y digital, una innovación que le otorgaba una mayor funcionalidad.

Movimiento y tecnología

El Polaris Acero y Oro se ofreció tanto en versiones con movimiento automático como con calibre de cuarzo, aunque estos últimos fueron los más populares en esa época debido a su alta precisión y bajo mantenimiento. Modelos de cuarzo como los equipados con el calibre 1436 garantizaban fiabilidad y un uso sencillo.

Algunas versiones del Polaris incorporaban funciones avanzadas como cronógrafo o alarma, especialmente en los modelos analógico-digitales, lo que reflejaba el compromiso de Omega con la innovación y la funcionalidad.

Popularidad y legado

Este modelo fue bien recibido por profesionales y entusiastas que buscaban un reloj de lujo con un estilo moderno y práctico. Aunque no alcanzó la fama de otros modelos de la serie Seamaster, como el Diver 300M, el Polaris sigue siendo un reflejo del diseño y la tecnología de Omega en los años 80.

Hoy en día, es una pieza codiciada por coleccionistas y aficionados a la relojería vintage, valorado por su diseño distintivo y su representación de una época clave en la historia de la relojería suiza.

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