DUWARD ESFERA NÁCAR, AÑO 1951, CAJA “JUMBO”

Diseño y características de los relojes de los años 50

Uno de los elementos más distintivos de los relojes Duward de esta década fue la incorporación de esferas de nácar, un material apreciado por su belleza natural y reflejos iridiscentes. Estos relojes eran considerados piezas de gran sofisticación, dirigidas tanto a caballeros como a damas que buscaban una combinación de elegancia y fiabilidad.

Los modelos de la época presentaban cajas de acero inoxidable o chapadas en oro, con acabados cuidadosamente trabajados. Sus diales, en ocasiones con índices aplicados o números arábigos, reflejaban el estilo clásico de la relojería de mediados del siglo XX.

Mecanismo de cuerda manual

Los relojes de Duward en los años 50 funcionaban con mecanismos de cuerda manual, lo que requería que el usuario los diera cuerda diariamente para mantenerlos en marcha. Estos movimientos mecánicos, ensamblados con precisión, ofrecían una excelente durabilidad y precisión para la época.

La marca apostó por movimientos suizos confiables, fabricados bajo estrictos estándares de calidad. Estos calibres mecánicos eran diseñados para resistir el paso del tiempo, con una ingeniería que aseguraba un funcionamiento preciso y una larga vida útil.

Duward y la evolución de la relojería

A lo largo de los años 50, Duward siguió consolidando su presencia en el mercado español, con relojes que no solo destacaban por su estética, sino también por su fiabilidad y precisión. La incorporación de esferas de nácar en algunos modelos reflejaba el interés de la marca por ofrecer piezas diferenciadas, con un diseño atractivo y un toque de exclusividad.

Estos relojes de cuerda manual con esfera de nácar se convirtieron en un símbolo de elegancia en la época, apreciados tanto por coleccionistas como por amantes de la relojería clásica. Hoy en día, estos modelos vintage son piezas codiciadas, que reflejan la tradición y la excelencia de Duward en la relojería del siglo XX.

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