Certina DS-3 Automático: Leyenda de la Relojería Submarina
Orígenes y contexto histórico
El Certina DS-3 Automático emergió a mediados de la década de 1970 como evolución de la serie DS-2, consolidando el legado de la tecnología Double Security (DS) desarrollada por Certina en 1959. Este modelo nació en una era de exploración submarina y operaciones militares de alto riesgo, donde la fiabilidad instrumental era crucial. Su diseño respondió a la demanda de relojes de buceo profesional capaces de soportar profundidades extremas y condiciones hostiles, posicionándose como herramienta para fuerzas armadas y buzos técnicos.
Innovación técnica: El sistema Double Security
El DS-3 heredó y mejoró el concepto DS, que integraba múltiples capas de protección:
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Suspensión flotante del movimiento: Un anillo de goma elástica amortiguaba impactos, permitiendo que el calibre se moviera dentro de la caja sin dañarse.
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Sellado reforzado: Juntas tóricas en corona, cristal y fondo garantizaban estanqueidad hasta 1,000 metros (100 bar), un hito para la época.
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Cristal de plexiglás extragrueso: Resistente a deformaciones por presión, con bisel de bloqueo para prevenir rotaciones accidentales.
Estas características lo distinguieron de competidores como Rolex Submariner o Omega Seamaster, ofreciendo robustez comparable a precios más accesibles.
Desempeño en contextos extremos
El DS-3 demostró su valía en escenarios reales:
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Operaciones militares: La Marina Real Australiana (RAN) lo adoptó para sus equipos de buzos de desminado durante la Guerra de Vietnam. Estos equipos retiraban explosivos subacuáticos en condiciones de visibilidad crítica y corrientes peligrosas.
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Expediciones científicas: Predecesores como el DS-2 Super PH500M participaron en el proyecto Tektite de la NASA (1969-1970), donde habitáculos submarinos simularon condiciones de vida extrema.
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Resistencia comprobada: Superó pruebas de vibración, choque térmico (-20°C a +40°C) y presión hidrostática en cámaras hiperbáricas.
Diseño y arquitectura
El modelo destacó por su estética utilitaria:
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Caja «cojín» de acero inoxidable de 43-45 mm, con grosor de 18 mm y peso de 180 gramos, diseñada para resistir abolladuras.
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Esfera negra mate con índices aplicados e manecillas «plongeur» recubiertas de tritio, optimizando legibilidad en aguas turbias.
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Bisel bidireccional con bloqueo: Requería presionarse para girar, evitando ajustes accidentales.
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Movimiento automático Certina 25-651M: 28 rubíes, frecuencia de 19.800 alternancias/hora y reserva de 42 horas. Destacó por su fiabilidad incluso en condiciones de magnetismo moderado.
Legado y revalorización
El DS-3 se discontinuó en los años 1980, pero su leyenda perdura:
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Culto entre coleccionistas: Ejemplares con grabados militares (como el número NSN de la RAN) alcanzan valores superiores en subastas.
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Reediciones modernas: En 2018, Certina relanzó el DS Super PH1000M con diseño inspirado en el original, pero con movimiento Powermatic 80 y materiales actualizados.
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Símbolo de resiliencia: Encarnó la filosofía de Certina de crear «herramientas temporales» para profesionales, más que meros accesorios.
Conclusión
El Certina DS-3 Automático fue mucho más que un reloj: fue un equipo de supervivencia en muñeca. Su ingeniería sobria, probada en conflictos bélicos y hazañas científicas, reflejó el compromiso de Certina con la precisión y durabilidad. Hoy, sigue siendo un testimonio de una era donde la relojería suiza desafió los límites de lo posible.
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